Poco se puede decir de este libro, continuación del bestseller "Los pilares de la tierra". El libro se enmarca 200 años después de la primera parte y nos situa en el priorato de Knighsbridge. Siguiendo la estela de su predecesor nos encontramos con intrigas, amoríos, violencia... La verdad es que a mí me gustó bastante, como ya lo había hecho el primer libro. Puede que el único pero que le ponga sea que el siguiente. El libro se divide en varias partes y en cada una de ellas hay un salto temporal (2 años, 10 años..), para mi gusto hay veces que la historia se queda un poco corta y no hubiese venido mal algún capítulo más para desarrollar un poco más algunas partes. La verdad es que me enganchó desde el principio y hasta que lo acabé no paré. 9.5 /10.
De la contraportada:
Un mundo sin fin está ambientada en Kingsbrigde, dos siglos después de que se terminara la construcción de su magnífico templo gótico. La catedral y el priorato vuelven a ser la base de esta magnífica historia de amor y de odio, de ambición, de venganza, ambientada en el convulso mundo medieval donde priman las intrigas, los asesinatos, la hambruna, las guerras y la peste negra. Una historia fascinante que consigue cautivar al lector desde la primera línea, como en su día hiciera la ya legendaria Los Pilares de la Tierra.