En un primer momento mi compañero, al que llamaremos Mister X, para mantener su anonimato, pero en sólo 1 minuto demostró que era un verdadero marinero de agua dulce, por lo que tuve que tomar yo el timón para llevar la nave a buen puerto. La verdad es que el paseo merece la pena (8 €) porque puedes ver relajadamente los canales y hacer algo de ejercicio. Eso sí, había que tener cuidado en los cruces por si venía algún barco cargado de turistas que te podía llevar por delante, pero por suerte no tuvimos ningún percance. Así, al cabo de una hora, ya algo cansados de paladear, entregamos la barca. Luego nuestra intención era ir al hotel, pero Mister X, usando su GPS y haciendo alarde de su sentido arácnido de la orientación nos llevo por mil y una calles y lo que era un paseo de 10 minutos se convirtió en una odisea de 2 horas, pero bueno así pudimos ver una parte de Amsterdam menos turística y de paso abrimos apetito para la cena que nos esperaba. Este día quedamos para cenar con unos amigos de Cartagena que había ido al congreso y nos fuimos a un restaurante Argentino a comer .... carne, eso sí el sitio no estaba regentado por Argentinos. Después de la cena nos dimos un paseillo por el barrio rojo donde las muchachas de vida licenciosa se exiben cual mercancía, la verdad es que la primera vez que lo vez impresiona. Y era extraño ver por allí a familias o grupos de turistas, pero supongo que ese barrio será uno de los atractivos de Amsterdam. Y después del paseo a dormir plácidamente al hotel preparándonos para el duro día que nos esperaba.
2 comentarios:
marinero de agua dulce... no sé yo si te voy a tener que romper las piernas y de paso dejarte sin el dinero que te debo ;-p
en este blog se cuenta la verdad y nada más que la verdad :-) bueno y la verda es que los canales eran medio de agua dulce :-)
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